Otra
muy grata sorpresa. Su interpretación del anciano ciego Vigón en
la Comedia
del Fin del Mundo se corresponde a la que llevó a cabo en
la Batalla
de Medellín, haciendo las veces de un oficial francés, como a un Cristo
le corresponden tres pistolas, o algo por el estilo. Quiero decir que el
amigo Pablo es capaz de interpretar dos personajes completamente distintos
y, además, hacerlo bien. Algo que no está al alcance de todo el mundo,
sino en realidad de muy pocos. Su tasa de mejora interpretativa ha sido,
por otra parte, espectacular y nos ha llamado la atención a todos. Además,
Pablo Vidal es el descubridor del que podríamos llamar “Efecto
Anti-Medellín” pues, no solo no llega más tarde de la hora fijada para
el ensayo, sino que lo hace bastante antes; a veces casi una hora antes.
Algo insólito por estos pagos. Por todo ello está Pablo aquí, ocupando
un lugar destacado entre la treintena de actores del grupo Francisca Cortés
de Teatro de Medellín.
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