El circunspecto, genial, alegre y muy atrevido Calderón del Gran Teatro del Mundo y La Vida es Sueño siempre anduvo muy por delante de su tiempo, incluso más allá de Goethe y, por supuesto, de los comediantes británicos; incluso nos llega al siglo XXI y se nos va al futuro. Nadie ha llegado – ni puede llegar - más allá que él en extensión y panteísmo dramático, haciendo bajar el Sol, la Luna y el mismo Dios al escenario. Sus maravillosos versos están siempre presentes en nuestras mentes y vida cotidiana. Y no hay mejor prueba de su genial filosofía que la contenida en estos versos de Segismundo 

“Cuentan de un sabio que un día
tan pobre y mísero estaba,
que sólo se sustentaba
de unas hierbas que cogía.
¿Habrá otro, entre sí decía,
más pobre y triste que yo?;
y cuando el rostro volvió
halló la respuesta, viendo
que otro sabio iba cogiendo
las hierbas que él arrojó.”

que hacen superfluo el Fausto.

 Para saber más sobre su vida y obra:  

http://es.wikipedia.org/wiki/Pedro_Calder%C3%B3n_de_la_Barca 

Y sobre todo, léanlo.