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A
veces da la impresión de que quiere llegar a actuar a un nivel
equivalente a como es capaz de pintar. Esta cantante, pintora, fotógrafa,
actriz, enfermera, matrona, ciclista, luz de las féminas, etc, etc. no
está dispuesta a quedarse atrás en el arte de
la Xirgu
y, por eso, va quemando etapa tras etapa a toda pastilla en su afán de
convertirse en una actriz digna y saludable, al mejor nivel de sus compańeras
de grupo. De lo que es capaz sin lugar a dudas ya es de transmitir
emociones al patio de butacas. Y también de crear un estilo muy personal
en el que su voz quebrada lo hace inconfundible. Ya va a por su tercer
personaje y no deja de crecer utilizando para ello su admirable ingenuidad
y su tesón infinito. Bienvenidas sean actrices como ella que dignifican
el trabajo de actuar y que ya se han convertido en asiduos habitantes de
los congresos de Mérida.
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